Que no…
Que no ardan los días de frío y sueño,
que no me haga daño la lejanía y todas las ausencias
ni las noches queriendo que amaneciera para gritar que te quería…
Que no me dañen las mañanas cuando ya era de día y me perdía entre lo claro de tus ojos
para quedarme totalmente muda, sintiendo la verguenza de mis pupilas dilatadas
Que no me haga daño tu corazón destrozado cuando dije que ya no estaba enamorada, y no me duela tu carcajada en el teléfono burlándote de mi nuevo desamor,
que no me duela lo bien que me conoces que no puedo esconderte absolutamente nada
que no duela tanto que no estés conmigo cuando mas te necesito
Que no me mate el día que no supe que responderte cuando me dabas tu esperanza,
que no recuerde que ya no me llamas y que no me miras si te encuentro
Que no me acabe la noche en que nuestros ojos se cruzaron, ni la soledad de quedarme
ante ellos desconocida, que no me mate que hayas muerto aunque te vea caminar en la espesura de lo cotidiano, que no me consuma la poca atención que presté en tu momento…
No, que no me maten las letras, o las canciones ni la impotencia ni este nudo en la garganta,
que no queme el agua que no cesa...
que no me hagan daño los temidos celos que desconozco pero que ya siento olor de ellos
que no me mate el tiempo que se termina, que no me acabe si permanezco endeble al saberme sin resistencia
que no…que no, que no…