Monday, November 14, 2005

da happyness...

Todos los días recuerdo la felicidad como algo que pasó ayer y que sucederá hoy
generalmente lo hago por la mañana, y a veces me doy cuenta que es solo ya hasta entrada la noche cuando ella llega.
No sé cuando sentí por primera vez ese sentimiento, quizá sería en mi niñez quizá no, esa edad estuvo llena de sorpresas…sin embargo seguro que la conocí y ni siquiera sabía lo que era,
como hoy que sucede en cualquier momento en cualquier lugar, pasajera y efímera como la vida es.

Un momento

Observo las aves planear acompañadas del aire dejándose acariciar hasta la punta de las alas, en la tierra el aire me toca a mí también y un calor recorre mi cuerpo hallando asilo en el pecho y de repente me sorprendo cuando aquellos pelícanos se sumergen en el agua…y pienso
-la costumbre mata todo o hace que las cosas cobren valor cuando uno menos se lo espera-
el mar a las 7 de la noche aún con el sol puesto se ve de color azul cobalto lo veo y soy feliz.

Varias veces pregunté ¿que sentido tenía la vida? La mejor respuesta me fue dada de la siguiente manera: la vida no tiene un sentido sino 5, y cada quien le puede sumar los que quiera, un sentido el que quieras; la vista el olfato, el tacto, el oído, el gusto del gusto.
Uno solo despacio, explorando o todos al mismo tiempo en estampida que para todos hay,
cuando mis ojos tocan los suyos, los oídos se desdoblan y escucho de más, en una noche en que la luz de las estrellas llegan tenues a posarse en las hojas del jardín de mi mamá, entonces aprieto play y el disco da vueltas para que aparezca un piano que suena igual que los rayos esos de aquellas estrellas que entraron por aquél jardín, en esa noche encuentro la felicidad.

Si me tomo un café que alguien preparó con sumo cuidado y me siento a su lado para observar
...

Mascar un chicle del sabor que mas te gusta, lamer el helado de Oaxaca, estar encerrado en un cubo y escuchar música de clarín, llegar a la casa de una anciana y mecerse en su mecedora
0ír como rechina la madera y aparte oler que es de cedro, pasar la noche en un pueblo lejos de tu casa y de repente escuchar una cabalgata que va en busca de su destino, el crujir de la leña en el momento que se consume en llamas, ver pasar cantidad de nubes tan blancas, que se van y no vuelven, imaginar que van a un lugar donde te estarán esperando, un beso apasionado de esos que nunca se terminan, brazos amados alrededor de ti, saber que te quieren, entregar el alma, sentir que explotas en la cama, el eco del agua que corre en una caverna, si suenan los grillos, si platicas y no peleas, si peleas y te despeinas y lloras, si te dedican una canción..., un color, el amarillo, los papeles picados en las ofrendas, las calaveras, el reflector del cine en la oscuridad, tener un amor secreto, llegar a la navidad, pasar de ella, caminar en la lluvia, inflar el corazón, tomar un viaje con miles de fotografías archivadas en las pestañas, los dias de noviembre de sol y aire intenso.
Mi felicidad es vivir la vida así como viene, es uno mismo y esta en la cabeza, es lo opuesto a la tristeza pero una no me sabe sin la otra, es saber que existe un fin que tarde o temprano sin ser invitado va a llegar.

Buscar en un enorme rompecabezas de miles de piezas una a una las letras que dirán algo y habrán de entrar por otros oídos u otros ojos queridos, letras pasajeras que se perderán al tiempo, mientras la voz del cantante retumba en las bocinas para cantarme que hay mas gente que es feliz conmigo y otros mas que no están, y los recuerdos... ¡ah! Siempre tendremos los recuerdos para exprimirles jugo de fuerza y continuar buscando la felicidad que de minutos, de horas y si soy más afortunada de dias aparecerá…

No comments: