Friday, October 07, 2005

quiero una en la espalda

No sé cuantos lunares pude contar
eran muchos, y los bordes de unas costillas
Era hermoso...
y la palabra amor incrustada en el estómago
hecha de cicatrices,
cicatrices que no se borran, no se borrarán

10 comments:

Héctor Anselmo said...

Que padre que las espaldas sean un tema recurrente.. me gustaria explorar la tuya
¿aceptas?

lebrel said...

Anselmo tu tan eróticocomo siempreeeeeee, jeje
te voy a mandar la foto que te dijeee, te va a gustarrr
Un abrazo

Héctor Anselmo said...

La espero ansioso...
yo envìo besos

Flor de Calabaza said...

Sólo una duda...



Esa espalda



¿es la vuestra?

lebrel said...

Que Espalda?
Yo solo quiero una cicatriz en la espalda... bueno otra, hace un año me hiceron una que no se ve, pero que se siente cuando se arrastra por ella un caracol

lebrel said...

y lo que describo arriba no es una espalda, es una panza!

Héctor Anselmo said...

Cuando se trata de panzas, querida, yo soy lo que estas buscando

lebrel said...

jajaja que gracioso Anselmooo!

Flor de Calabaza said...

¿quieres una cicatriz en vuestra espalda? por eso la duda ¿esa espalda es la vuestra?. Las mejores cicatrices, Lebrel, son aquellas que duelen, no aquellas que presumen ser. Tengo una cicatriz de unos 7 centimetros en mi panza ¿la quieres? Esa me la hizo un ginecólogo.
Pero, cuiriosamente, tengo otra,
más profunda
y que esa aún duele,
aún punza...
pero no se ve,
ni siquiera la ubico,
pero aquí está:
en tres simples letras... y un sabio caracol.

lebrel said...

regálamelas, que sean un presente
anda